Tipos de raquetas, marcas y jugadores

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tipos de raquetas

¿Qué tener en cuenta para elegir una raqueta?

Lo primero que debemos tener en cuenta a la hora de comprar, recuperar o renovar una raqueta es que es un artilugio indispensable para nuestro deporte, que tiene unas características que condicionan su uso; y que se han de adaptar al tipo de juego (de fondo o subidas a la red) que más se den en nuestros partidos. 

También debe ser una prolongación de nuestro cuerpo en la pista, con lo que los primeros factores a tener en cuenta serán las características del jugador, más que las de la propia raqueta. La edad, el peso y las medidas corporales son muy importantes.

Una vez nos metemos de lleno en los tipos de raquetas, deben valorarse unas variables que, junto a nuestra complexión corporal y nuestro estilo de juego, nos hará tomar la decisión. 

 

1.- Tipo de Swing

En primer lugar, el tipo de swing; la agilidad con la que la raqueta se mueve en nuestra mano es fundamental y será la primera pista sobre cómo se comportará en el intercambio de golpes y en el propio saque. El swing, que puede ser largo, medio o corto, determinará el control sobre la bola. No será lo mismo que la mano de golpeo acabe casi en la nuca al más puro estilo Rafa Nadal después de una derecha; que un swing con final más corto.

 

2.- Cabeza

La cabeza será el segundo elemento a evaluar, lo que fijará la potencia de la raqueta. A mayor tamaño más potencia se genera, pero por tanto menos control. Los tamaños suelen oscilar, pero lo ideal es entre 30 y 32,5 centímetros (lo normal suele ser 645 cm2). Recuerda, más tamaño de la cabeza = más potencia y menos control. 

Las raquetas de Thomas Muster en el Roland Garros que ganó (1995) eran más "cabezonas" de lo normal, aunque lo ideal es encontrar el equilibrio entre potencia y control; al más puro estilo Federer y, quizás en nuestro caso, jugadores de nivel intermedio, inclinarse por una cabeza algo más grande para avanzar en potencia, manteniendo un toque dulce.

 

3.- Longitud

El tamaño de la cabeza influirá obviamente en la longitud total de la raqueta, dando como resultado la misma ecuación. A mayor extensión, más alcance y potencia; pero el control y el swing peligran. 

Si fijamos la longitud en torno a los 68 centímetros ganaremos en manejabilidad; mientras que si la extensión ronda lo 74 por ejemplo, el control se pone en riesgo. Jugadores más alocados tipo Kyrgios o Volandri suelen tener raquetas de todo tipo en sus raqueteros, pero sobre todo se inclinan por estas últimas. En nuestro caso habrán de predominar las longitudes de 68 a 70 cms.

Mención aparte merece el estudio del profesor Guillermo Noffal de la Universidad de California (UCLA), que ensayó golpes de servicio con el cañonero australiano Phillipoussis con dos longitudes diferentes. Con la misma  tensión en las dos raquetas de 68 y 73 centímetros cada una, la efectividad subió hasta un 10% más en esta última. Hablamos de un jugador donde la potencia era su mayor virtud. 

 

4.- Peso

Si comentamos ahora el peso, entramos en uno de los terrenos más relevantes al tener que equilibrar la potencia de los golpes con un efecto pausado en nuestro hombro y en nuestro codo. Un peso que ronde los 260 gramos nos dará mayor capacidad de maniobra, pero menos control y potencia; al contrario que si pensamos sólo en 50 gramos más (310 gr.). Más peso nos dará mayor potencia y control, pero también podemos tener mayor riesgo de posibles lesiones. Raquetas entre 300 y 350 g. son generalmente las que usan los jugadores de competición. Para los que se inician será mejor no pasar de los 270/280 gramos, aunque bien es cierto que dependerá de tu físico, fuerza, potencia, envergadura etc. y quizá necesites algo más de peso para tener sensaciones ópptimas.

Las raquetas más pesadas suelen caer en manos de jugadoras muy potentes, como las hermanas Serena y Venus William, que dicen por las bambalinas del circuito que se entrenan "picándose" a ver quien golpea más fuerte con la raqueta más pesada.

 

5.- Rigidez

Entrando ya en aspectos de auténtica precisión, lo que debe ser nuestro objetivo, la desviación que se produce en el marco de la raqueta cuando impacta con la bola afecta a la potencia del golpe. A mayor rigidez, menos opción de control sobre la bola, pero ganamos en potencia. Las variables se intercambian con una raqueta más flexible. De los 67 kilos de rigidez para un mayor control; sólo nos separa una menor fuerza si este factor baja hasta los 62 kilos. 

El impacto de la pelota y el encordado dura entre 3 y 5 milisegundos, con lo que no da tiempo a la recuperación del marco tras el golpeo. La energía se absorbe en la raqueta y, por consiguiente, en nosotros. ¿Seremos capaces de soportarla? Seguro que sí. Muchos jugadores como Murray lo hacen, y eso le ha servido para ir ganando enteros en todas las superficies.

 

6.- Patrón Encordado

El patrón viene determinado por el número de cuerdas horizontales y verticales que forman el cordaje de la raqueta. Siendo abierto con menos densidad de cuerdas (en torno al 16x18); y cerrado (alrededor de 18x20) con una maraña más poblada.

El abierto, al tener menos cuerdas formando un tamiz con poca densidad, permitirá un mayor efecto y capacidad de precisión; mientras que el cerrado es ideal para jugadores con mucha potencia en sus golpes. 

Las grandes estrellas del tenis suelen tener muchas manías en este aspecto, ya que determinan la tensión de los golpes. Los expertos aseguran que el tamiz de encordado se identifica bastante con la personalidad y el estilo de juego del tenista en cuestión, y de la pista donde sea el encuentro.

Uno de los más grandes de la historia, Federer, suele jugar según se analizan sus actuaciones con un 16x19; un patrón abierto que ayuda a variar efectos y potencia; así como a perdurar una mejor conservación de las cuerdas durante el choque.

 

7.- Tipos de cuerdas. Los cordajes en las estrellas 

También hay elección en el material de la cuerda, lo que permitirá amoldar el golpe a las técnicas y efectos que el jugador quiera. Sintética y tripa natural son los dos tipos más habituales. 

Serena y Venus Williams, junto a Kim Clijsters, tienen en sus cuerdas materiales de tripa natural. Las cuerdas sintéticas o de polyester de alta tecnología permiten a los profesionales darle a la bola unos efectos liftados muy acusados. 

Encordadores de referencia como Prokes tomaron notoriedad por asesorar a los jugadores en esta materia, ya que ayudaba a la estrategia del partido. Cañoneros como lo eran Ivanovic o Roddick agradecían estas medidas para relajar los hombros en sus grandes 'zambombazos'. Si algo podemos hacer los jugadores amateurs veteranos es medir la tensión, valorar que es lo que nos viene mejor a nivel físico y táctico, y ayudarnos en los profesionales de los clubes para adaptar nuestro cordaje.

Sharapova por ejemplo incide mucho en este aspecto de la tensión de las cuerdas, invirtiendo cifras como 30.000 euros en esta materia, para adaptar hasta sus raquetas de entrenamiento. 

 

8.- Tensión de Cuerdas

Una premisa importante es notar siempre una tensión en el encordado que nos permita amoldar la bola a lo que queremos y que no pegue ese respingo que la lleve fuera de control. 

La frontera entre control y fuerza suele estar en los 25 kilos de tensión. Si la tensión es menor habrá menos control; al contrario que si subimos esos parámetros. Volviendo al ejemplo de Federer, siempre ha rondado los 23 kilos de tensión; incluso cuando varió cambios de longitud en sus raquetas, allá por 2009 y 2010, mantuvo la misma tensión para que el control presidiera en sus golpes. 

 

9.- Perfil

Los perfiles, como su propio nombre indica, terminan de perfilar una correcta elección de raqueta y, por tanto, una buena garantía para un gran partido. El perfil estrecho, al ayudar a una mayor velocidad en la raqueta, impulsa un control más exhaustivo; mientras que la anchura implementa una mayor fuerza en el golpe. Muy útil para que jugadores como Ferrer o Feliciano López, por ejemplo, den alguna sorpresa de vez en cuanto.

 

Todas estas variables se traducen en una serie de marcas que suelen trabajar perfectamente todas estos factores para prestar un servicio al jugador, independientemente de su nivel y características de juego, como Wilson, Head, Babolat , Donnay o Price entre otras. 

Los responsables de Head fueron los grandes artífices del paso de la madera a los nuevos materiales, ya que las investigaciones le llevaron a que se podían realizar cabezas más grandes con material distinto a la madera y los resultados que daba al jugador eran mucho mejores; incluso se habló de ventajoso. 

Babolat dio un paso más hace unos años, conectando la raqueta a unos chips y sensores que te contaban los golpes, recopilaban estadísticas o te ayudaban a elegir el cordaje perfecto. Fue la llamada raqueta inteligente, que sin estar muy extendida por el mundo del tenis, sí tiene sus seguidores y ha demostrado su éxito.

 

Cada una de estas variables que condicionan la elección de la raqueta serán ampliadas en próximas entregas. 

Recuerda para la elección de las raquetas:

  1. Que nuestro cuerpo y nuestro juego influye en la elección de la raqueta.
  2. Que todas las características descritas, y la combinación de las mismas, determinan un estilo de juego.
  3. Las marcas con más experiencia y éxito son Wilson, Head, Babolat entre otros. 
  4. La potencia y el control son las variables que siempre entrarán en juego con cada elección.

 

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